INTEGRACIÓN DE LAS SUBMODALIDADES DE VISUALIZACIÓN EN EL PROCESO DE BRAINSPOTTING

26.01.2016 21:02

Una de las principales dificultades que me he encontrado al hacer intervenciones con Brainspotting con mis pacientes, ha sido la observación de las emociones en el momento del Mindfulness focalizado. Al transmitirles indicaciones tales como “observa tu miedo” por ejemplo o “abraza tu tristeza”, algunos de mis pacientes me han manifestado dificultad tanto para observar como para abrazar o aceptar tales emociones.

Parto de la idea de que mis pacientes no están entrenados ni en Mindfulness ni en ningún otro tipo de meditación, con lo cual se une, de una parte, la falta de entrenamiento, con, de otra parte, el propio escollo de observar una emoción, algo intangible, que se siente pero que es difícil de observar, a no ser, que se observe a través de una conducta manifestada hacia el exterior, o se esté entrenado para ello.

Ante este escenario, se me ocurrió que una forma de facilitar a mis pacientes este proceso de observación de emociones, era incorporar una herramienta que aprendí en mi formación en PNL: las submodalidades. En concreto las de forma y color.

En la práctica, lo que hago, es que cuando les sugiero que observen la emoción que estemos trabajando, les digo que le pidan a su mente que le dé una forma y un color a esa emoción. Por ejemplo, si estamos observando la tristeza, le digo: “Si tu tristeza tuviera una forma y un color, ¿cuál sería? Deja esta pregunta en tu mente y deja que tu mente te traiga la respuesta”.

En todos los casos en que he utilizado esta estrategia, los pacientes encuentran de forma muy rápida esa forma y ese color. Por ejemplo: el miedo se ha representado como un árbol con cara de monstruo y color negro; la tristeza como una esfera gris o como una bolsa negra, entre otros muchos casos.

También me ha resultado sorprendente que al sugerirles que abracen a esa figura, en todos los casos los pacientes me han relatado cambios en la figura que se les había representado en un primer momento. Por ejemplo: la persona cuya tristeza se presentó como una bolsa negra llena y cerrada con un nudo en la parte de arriba, al abrazar la bolsa (aceptar la tristeza), el nudo de la bolsa se deshizo y la bolsa se vació. Tras esta experiencia y una vez finalizada la sesión de Brainspotting me transmitió el gran alivio que sentía y que se ha mantenido desde que hicimos esta intervención.

Por ello, me ha parecido interesante integrar las submodalidades de visualización, ya que he observado que a los pacientes les resulta mucho más fácil observar emociones intangibles cuando tienen una forma y un color. Además que también es muy interesante para el terapeuta conocer tales formas y colores ya que también aportan información inconsciente que puede ser de utilidad en el proceso de sanación.

Artículo publicado en el  número 5 de la Revista de la Asociación Española de Brainspotting