AMOR ES AMOR

10.05.2016 22:42

AMOR ES AMOR

Se cumplen 10 años de la aprobación de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en España. Hemos sido el primer país europeo en reconocer legalmente este derecho. Todavía hay países en el mundo que no solo no lo reconocen, sino que lo persiguen y lo penan.

El reconocimiento de este derecho, no sólo es algo necesario, ya que iguala realmente a todas las personas en su libertad de poder compartir su vida con quien elijan, sin discriminaciones de ningún tipo, sino que además es algo inherente al sino de los tiempos.

Se ha observado que en sociedades menos desarrolladas los géneros están polarizados en masculino y femenino, sin embargo a medida que las sociedades van ganando en desarrollo el abanico de los géneros también se desarrolla, alejándose de esa polarización y dando lugar a la diversidad de género. Nosotros vivimos en una sociedad desarrollada que no puede vivir de espaldas a realidades que están ahí, y que no se pueden ni se deben obviar. Porque detrás de esas realidades hay algo más que conceptos o estadísticas, hay personas. Personas que no pueden ser excluidas de los derechos y libertades fundamentales, únicamente porque eligieron amar de forma diferente. Porque al final se trata de eso: de personas y de amor.

Y amor es amor. Da igual cómo se manifieste o hacia quién se sienta, siempre que sea libremente dado y aceptado. Y las personas somos personas, como ya apunté en otro artículo, únicas, libres e iguales. Y no es aceptable que una persona pueda libremente casarse por el mero hecho de ser heterosexual, y otra no pueda ejercer tal libertad por el mero hecho de ser homosexual. Sociedades desarrolladas no pueden tolerar algo así.

Afortunadamente, en España, hace 10 años que esto cambió. Pero aún así, se ganó una batalla pero no la guerra. Como personas pertenecientes a una sociedad desarrollada, y como sociedad en sí, tenemos la responsabilidad de seguir creciendo. Y seguir creciendo supone contar con todos los elementos de esa sociedad, y tener como meta mejorar la sociedad a base de mejorar a los miembros de la misma. Todavía hay frentes abiertos donde personas de distintos géneros no han conseguido una igualdad real, ya no solo hablo de las mujeres, sino también de las personas del colectivo LGTB y las personas transgénero,  y por qué no decirlo también de los hombres. Quedan muchas cosas por hacer y muchas cosas por decir en este tema. Y las personas que nos sentimos sensibilizadas por este tema tan complejo que es la igualdad, tenemos la obligación moral, de seguir señalando, con los medios a nuestro alcance, todas esas pequeñas o grandes desigualdades de las que somos testigos. Porque es responsabilidad de todos y todas que las cosas puedan cambiar. Porque si hace 10 años algunas personas no hubieran puesto empeño en conseguir sacar adelante una ley del matrimonio entre personas del mismo sexo, no habrían cambiado las cosas. Y las cosas no son inamovibles. Todo puede cambiar. Sólo hace falta empeño, valor y responsabilidad.

Artículo publicado en la revista digital Los Ojos de Hipatia