Malditas campanadas

09.01.2017 12:20

MALDITAS CAMPANADAS

Iniciamos un nuevo año y ya, desde el minuto uno, nos sobran los motivos para indignarnos. Sí, os hablo de ese momento mágico de cambio de año, cuando suenan las campanadas de la Puerta del Sol y tenemos que ver esto:

 

Vamos a analizar las diferencias que nos presenta una imagen como esta y que van más allá del sentido estético de los responsables de ciertas cadenas de TV:

En primer lugar: Cristina Pedroche, como todo el mundo puede ver, una chica mona, joven, con buena figura y vestida con un BAÑADOR!!  Porque a mí me podrán decir lo que quieran pero esto no es un vestido ni de noche ni de cocktail ni de nada. No es un vestido, es un BAÑADOR!!.

A su lado, Chicote, de cierta edad, rollizo, canoso, pero elegantemente vestido con un smoking.

A esta pega se me podría decir que claro, que ella luce más, que es la parte femenina de esta pareja, que la han vestido para destacar… venga aceptamos barco….

En segundo lugar: No me escandaliza que a esta chica la hayan sacado en BAÑADOR!!, sino como se apuntaba en un artículo del Huffington Post, lo que me sacude el alma es lo que oculta este “vestido”: está ocultándolo TODO, y lo peor, a TODAS.

Chicote con su smoking, con su persona, no oculta ni su profesión ni su profesionalidad: un cocinero conocido, mediático, ¿Y Cristina Pedroche? Queda relegada a un trozo de carne bonito al que hay que enseñar, ¿y su profesión? ¿y su profesionalidad? ¿y la profesionalidad de miles de mujeres anónimas que seguimos luchando, nos seguimos indignando y se nos pone todo del revés con esta continua cosificación de la mujer?

Porque al final se trata del mismo triste tema: este BAÑADOR!!, no es más que otro obstáculo en el largo y penoso camino hacia la igualdad. Y digo camino, porque es donde estamos, en el camino hacia una igualdad que no tiene visos de estar al alcance en el corto plazo. Porque estamos instalados en la igualdad teórica, en la igualdad de escaparate, en la igualdad de la corrección política. Y nos están vendiendo esto como un gran avance social. Pero de mientras, seguimos muriendo.

No escandaliza que a Cristina Pedroche le pongan un BAÑADOR!!, que enseña más que tapa. Lo que escandaliza es que aún estemos así. Y si queremos ser puntillosos también podríamos exigir que al lado de esta chica tan mona, tan joven y tan bien terminadita, pusieran a un mozo de iguales características; o en su caso, que pusieran a Chicote en BAÑADOR también, si es que nos vamos a quedar en lo superficial.

Y si queremos bajar a lo profundo, señores responsables de Antena 3, les sugiero que el año que viene, le escojan a esta muchacha, o a quien la sustituya, un modelito de cualquiera de nuestros jóvenes o consagrados diseñadores (que hay muchos y muy buenos) y respeten a estas chicas que además de monas son profesionales de la TV y no las exhiban como atracciones de feria.

Estas actitudes fomentan y perpetúan los estereotipos de género, son micromachismos en forma de imágenes que, en apariencia, son inocuos, pero que en el fondo hacen mucho daño porque nos condena, a miles de mujeres, a la invisibilidad, al olvido, a la desaparición: si eres mujer tienes que mantener siempre un aspecto de 20 años, si aparentas más de esa edad, no te conviertes en “madurita interesante”, simplemente eres VIEJA. Y sin embargo, ahí tenemos a Chicote, como ejemplo de este micromachismo tan integrado en la sociedad: luciendo sus canas, sus kilitos de más, escudado en una profesionalidad que nadie discute (y menos yo!) y a pesar de todo esto, se le catalogaría de “madurito interesante” y nadie tendría redaños de decir que es VIEJO.

Quieran o no, para nosotras hay vida después de los 30, una vida mucho más interesante, rica y motivadora. Porque sobre todo a partir de los 40, nos liberamos de la esclavitud social, empezamos a pensar en nosotras mismas, a hacer lo que nos viene en gana, a no necesitar la aprobación de los demás. Somos mucho más libres, y con más experiencias vitales. Y cada arruga, cada cana, cuentan una historia, son nuestras cicatrices después de haber vivido muchas cosas, y de seguir viviendo.

Tenemos que seguir indignándonos con cosas como esta, y no cargar contra, en este caso, Cristina Pedroche, (que es lo fácil), ella, a fin de cuentas, está trabajando y le impondrán estas cosas como parte de su trabajo. Hay que cargar contra quien toma la decisión de condenar al exilio a las mujeres trabajadoras, madres, profesionales, responsables, escondiéndolas detrás de un BAÑADOR.

 Yo me indigno.

Artículo publicado en la edición digital de Los Ojos de Hipatia