El "Positivismo", ¿es positivo en sí mismo?

17.05.2013 11:22

Esta semana estaba hablando con unos colaboradores, cuando uno de ellos, al hilo de estar hablando del pensamiento positivo, me lanzó esta pregunta: "El positivismo ¿es positivo en sí mismo?". Me pareció una pregunta muy interesante y más cuando me planteó su duda.

Me comentaba lo siguiente: En las redes sociales, sobretodo, nos están bombardeando contínuamente con mensajes positivos, en plan sonríe, sé féliz, etc, que están quemando el concepto de pensamiento positivo. De tal manera cuando una persona es realista, parece que es tachado automáticamente de negativo, cenizo, etc. Partiendo de esta premisa, este colaborador me planteaba si ser positivo significaba vivir en un mundo ideal de luz y color donde no pasa nada y todo va bien.

MI respuesta fue la siguiente: El positivismo radical y mal entendido es el que no es positivo en sí mismo. No es lo mismo el positivismo radical, ese que nos separa de la realidad y que nos lleva a tener que pensar que todo va bien, aunque no sea así, que el PENSAMIENTO POSITIVO, bien entendido, es decir, el que se apoya en una herramienta muy válida que es el REENCUADRE.

Cuando reencuadramos lo que estamos haciendo es aceptar aquellas cosas que nos va trayendo la vida y haciendo una lectura positiva de esos hechos. Por ejemplo, en una situación tomo una decisión y pasado un tiempo resulta que tomé la decisión equivocada. Si no sé reencuadrar me sentiré fracasado, generalizaré con pensamientos tales como "siempre me equivoco", y cada vez me sentiré peor. Si, por el contrario, reencuadro, pensaré, "bueno, me he equivocado, como se puede equivocar todo el mundo, pero ¿qué he aprendido de esta equivocación?", de tal manera, extraeré una enseñanza que me ayudará a no cometer el mismo error otra vez.

Y eso es el PENSAMIENTO POSITIVO.

Si os dáis cuenta, en ningún momento se niega la realidad. La persona no se dice a sí mismo "no me he equivocado", sino "¿qué puedo aprender?". De esta forma somos capaces de ver el lado bueno de las cosas, quedarnos con lo bueno que nos sucede y aceptamos lo negativo, sin anclarnos a tales aspectos negativos.

Debemos tener claro que las cosas, las situaciones, todo lo que nos ocurre no son ni buenas ni malas, sino que tienen su lado positivo y negativo a la vez. Pero somos nosotros los que elegimos con qué quedarnos. Si yo me quedo con lo bueno mi pensamiento es positivo, mi mente estará calmada, no me vincularé a emociones negativas, tendré bajo el control el stress´, estaré centrado y podré generar pensamiento divergente que abrirá mi mente a todas las opciones produciendo una expansión de mi mente y de mis emociones.

Asi que asumamos el Pensamiento Positivo como lo que es, una forma de encarar la vida apoyándonos en el reencuadre y no una simple frase importada de una psico-filosofía de mercadillo.