ALEXITIMIA: EL ENEMIGO SILENCIOSO

05.04.2017 22:25

La alexitimia es un trastorno emocional que afecta a las personas de manera que no son capaces de conectar con las emociones propias ni con la emociones de los demás. Es decir, no reconocen las emociones que experimentan y no tienen la empatía suficiente para identificar las emociones que sienten los demás.

 

Las emociones juegan un papel fundamental en la vida adaptativa de las personas. Todas las emociones son buenas. Sentir alegría, sorpresa, miedo, tristeza o ira tiene  significado. Cuando sentimos estas emociones hay un correlato en las expresiones faciales que las acompañan y esas expresiones faciales son vistas por otras personas generando en ellas una reacción. Por ejemplo: si veo a un amigo con cara de tristeza, voy a reconocer en su rostro la emoción que está sintiendo, en este caso, tristeza. Esto me va a llevar a acercarme a él y preguntarle qué le ocurre. Ello dará pie a que se desahogue contándome el motivo de su emoción. A través de la emoción sentida y su expresión facial, la persona que sufría de tristeza ha conseguido apoyo social que le ayudará a aliviar su estado emocional.

 

Las personas que sufren de alexitimia, no son capaces de leer en los rostros de los demás las emociones que están sintiendo. De tal manera que no son capaces de ofrecer refuerzo positivo ni apoyo a los demás. Pero es que cuando ellos mismos experimentan emociones no son capaces de identificar lo que están sintiendo con lo cual no pueden autogestionar lo que sienten. Los alexitímicos se suelen percibir como socialmente incompetentes, con dificultades para la relación con los demás, para iniciar intercambios conversarcionales, y perciben, a su vez que estas relaciones sociales son complicadas y estresantes.

 

El tratamiento de la alexitimia es complejo. Hay que realizar un trabajo de psicoeducación muy importante para que la persona aquejada de alexitimia comprenda la entidad y complejidad de su problema así como la importancia de un gran trabajo interno que consiste en implementar en su vida diaria las estrategias y herramientas que vamos poniendo a su disposición. Además hay que complementar esta psicoeducación con exposiciones en vivo para observar cómo interactúa esta persona es entornos sociales y poder darle las instrucciones necesarias para ajustar su conducta. Para ello es muy útil la terapia de grupo.

 

Como vemos, este problema es un problema importante y desconocido. Mucha gente sufre de alexitimia y no es consciente de su trastorno debido a que su entorno, desconocedor de la existencia del mismo, ha minimizado la gravedad del problema bajo frases tipo “es que él/ella es así” “a su manera sí que siente lo que ha pasado”. Cuando esta clase de comentarios se repite podríamos sospechar que existe un trasfondo de alexitimia.

 

En conclusión: las emociones nos permiten conectar con nosotros mismos y con los demás, nos facilitan las relaciones sociales y nos ayudan a acceder a un apoyo social que nos resulta fundamental para superar las dificultades de la vida.